lunes, 23 de abril de 2012

REFLEXIONES SOBRE TRASTORNOS DE APRENDIZAJE. Recopilación de Iliana Montes de Oca y Liadys Valles Llebréz


REFLEXIONES SOBRE TRASTORNOS DE APRENDIZAJE:

1.       ¿En qué consiste la Dislalia y cuáles serían las acciones que usted, en su papel de tutor, recomendaría a los docentes a cargo del alumno con este problema?
2.       Desarrolle la estructura de una sesión de tutoría con un alumno del segundo año de Educación Primaria para trabajar sus problemas en el aprendizaje de la lectura y la escritura.
3.       Amplíe, haciendo investigación bibliográfica y por internet, el trabajo con alumnos con problemas en el aprendizaje matemático.
4.       ¿Cómo comunicaría usted a los padres que su hijo sufre de problemas de aprendizaje?

DESARROLLO:
1.       ¿En qué consiste la Dislalia y cuáles serían las acciones que usted, en su papel de tutor, recomendaría a los docentes a cargo del alumno con este problema?
La dislalia (de dis, “dificultad”, “anomalía”, y el griego λαλεῖν, “hablar”) es un trastorno en la articulación de los fonemas. Se trata de una incapacidad para pronunciar correctamente ciertos fonemas o grupos de fonemas. El lenguaje de un niño dislálico muy afectado puede resultar ininteligible.
Estas alteraciones son perturbaciones en la producción de las unidades fonemáticas que componen el habla, que se presentan con más frecuencia  en la edad escolar, sobre todo en los alumnos de edad infantil  y los del primer ciclo de primaria.
Se trata de alteraciones en la articulación de los fonemas , coaccionadas por una dificultad para pronunciar de forma correcta  determinados fonemas  o grupos de fonemas  de la lengua .Este trastorno puede afectar  a cualquier vocal  o consonante , aunque la mayor incidencia  del problema puede observarse  en ciertos sonidos  que requieren de mayor  habilidad en su producción, por exigir movimientos más precisos.
Según el fonema afectado, las Dislalias  reciben denominaciones diferentes.
Ejemplo  la articulación defectuosa  del fonema /r/ recibe el nombre de rotacismo; la del fonema /d/, deltacismo; y la del fonema /s/, sigmatismo.
Dislalia evolutiva  o fisiológica.
Es la que tiene lugar en la fase de desarrollo del lenguaje infantil, en la que el niño no es capaz de repetir por imitación las palabras que escucha y lo hace de forma incorrecta desde el punto de vista fonético, como consecuencia de  un inadecuado  desarrollo del aparato fono articulatorio: estos errores reciben el nombre  de Dislalias evolutivas
No precisa un tratamiento directo, pues forma parte de un proceso normal, aunque es necesario mantener con el niño un comportamiento lingüístico adecuado que ayude a la maduración para evitar posteriores problemas. En ocasiones estos niños les resulta más difícil lograr una pronunciación correcta debido a la diversidad de idiomas que pueden encontrar en una familia o en el lugar donde vive.
Dislalia audiógena
Es la alteración en la pronunciación producida por una audición defectuosa. La hipoacusia en menor o mayor grado impide la adquisición del lenguaje, dificulta el aprendizaje de conceptos escolares, trastorna la afectividad y altera el comportamiento social. Las alteraciones dependen de la gravedad de la pérdida auditiva que tenga el niño.
Factores: Psicológicos, ambientales, hereditarios
Los niños que no oyen bien tenderán a cometer errores en su pronunciación, produciéndose  un articulatorio denominado Dislalia audiógena.
Las conductas de atención y escucha  son necesarias para una buena  discriminación auditiva.
Dislalia orgánica o disglosia
Aunque tienen como efecto un fallo en la pronunciación de ciertos fonemas existe una controversia entre los expertos sobre si debemos incluir la disartria y especialmente la disglosia dentro de las dislalias, puesto que algunos autores prefieren dicho sustantivo sólo para aquellos trastornos en los que no hay malformación de los órganos fonoarticulartorios. Las dislalias orgánicas, ya sean disartrias son trastornos ocasionados por alteraciones orgánicas de diferente tipo:
•             Disartria: trastorno cuyo origen está en el sistema nervioso. Por tanto se dan desde el nacimiento o como consecuencia de una lesión cerebral. Generalmente son graves y su rehabilitación está en relación con la severidad.
•             Disglosia: trastorno que afecta a los órganos del habla. Se clasifican en función de la zona afectada: labiales, linguales, dentales…
Las alteraciones  de  la articulación  fonemática  producidas por lesiones  o malformaciones  de los órganos periféricos  del habla se denominan  Dislalia orgánica o disglosia
Son diversas las causas que pueden  generar  disglosia .En todas ellas se constatan  lesiones o malformaciones de los órganos que intervienen en la articulación del lenguaje .Según el órgano afectado podemos hablar  de los siguientes tipos: labiales, linguales, mandibulares, dentales, palatales y velares.

Dislalia funcional
Es un defecto en el desarrollo de la articulación del lenguaje por una función anómala de los órganos periféricos. Puede darse en cualquier fonema, pero lo más frecuente es la sustitución, omisión o deformación de r, k, l, s, z, o ch.
Se trata de la articulación producida por un mal funcionamiento de los órganos periféricos del habla, sin que haya lesión o malformación de los mismos. El niño que la padece no usa correctamente dichos órganos a la hora de articular un fonema a pesar de no existir ninguna causa de tipo orgánico. Es la más frecuente.
Por tanto, el niño en algunos casos sabe que articula mal y quisiera corregirse, por eso trata de imitar, sin embargo sus órganos no obedecen y no encuentran el movimiento deseado.
Tipos de errores en la dislalia funcional:
•             Sustitución: un sonido es sustituido por otro. Se puede dar a principio, en medio o al final de una palabra. Ejemplo: cedo por cero.
•             Omisión: se omite el fonema que no se sabe decir. Ejemplo: Amora por Zamora.
•             Inserción: si la persona dislálica no sabe pronunciar un grupo consonántico introduce una vocal en medio. Ejemplo: calavo por clavo.
•             Distorsión: se trata de un fallo en la articulación de un sonido. El sonido se pronuncia de forma aproximada a la correcta pero sin llegar a serlo.
Teniendo en cuenta que “La diversidad es una característica de la conducta y condición humana que se manifiesta en el comportamiento y modo de vida de los individuos, así como en sus modos y maneras de pensar, circunstancia esta que se da en todos los niveles evolutivos de la vida y en todas las situaciones. Esta diversidad tiene amplia repercusión en las aulas, puesto que en ese escenario educativo se dan de forma continua y permanente manifestaciones de la diversidad de los alumnos que las conforman” http://www.orientared.com/atendiv.php, En base a ese diagnóstico planificar, establecer cómo se van a organizar y a adaptar los contenidos, qué estrategias vamos a utilizar, etc…, para responder a esa diversidad. La atención escolar se debe basar primordialmente en la comprensión del trastorno, aunque se debe huir de las medidas sobre protectoras. Debe quedar muy claro que el problema no viene condicionado por una falta de motivación o pereza, ni tampoco por un nivel bajo de inteligencia, sino por un trastorno biológico.
Se recomienda que se estudie cada caso, con ayuda del psicólogo del colegio o con informes de los psicólogos externos.  Esto nos permitirá tomar medidas que beneficien al estudiante con este problema y a la vez evitar que caiga en depresiones producto de la frustración. El alumno debe saber que conocemos su problema y que haremos todo lo posible para ayudarlo a superarlo. Algunas de las recomendaciones serían:
a)      Hacerle sentar en las primeras filas, cerca del profesor, para prestarle la mejor ayuda.
b)      Se le debe ayudar a pronunciar correctamente las palabras.
c)      No utilizar el método "global" para el aprendizaje de la lectura.
d)      No se debe pretender que alcance un nivel lector igual al de los otros niños.
e)      Prestarle una atención especial y animarle a preguntar cuando tenga alguna duda.
f)       Se debe comprobar siempre que ha entendido el material escrito recibido.
g)      Se debe comprobar que el material que se le ofrece para leer es apropiado para su nivel lector.
h)      Se deben valorar los trabajos por su contenido, no por los errores de escritura.
i)        Siempre que sea posible, se deben realizar las valoraciones oralmente.
j)        Se debe recordar que requiere más tiempo que los demás para terminar sus tareas.
k)      Se debe tratar de destacar los aspectos positivos en su trabajo.
l)        Se debe evitar que tenga que leer en público.
m)    Se deben valorar los progresos de acuerdo con su esfuerzo, no con el nivel del resto de la clase.
n)      Se le debe permitir, si le resulta útil, el uso de la tabla de multiplicar, calculadora y grabaciones.
o)      Se le debe permitir el uso de medios informáticos.
p)      Se le debe enseñar a tomar apuntes mediante notas breves.
q)      Se le deben poner menos deberes de lectura y escritura.
r)       Siempre que sea posible no se le deben hacer copiar grandes "parrafadas" de la pizarra y, si es posible, darle una fotocopia.
s)      No se le debe ridiculizar nunca.
t)       En una prueba escrita no se le deben corregir todos los errores de escritura.
u)      Se debe aceptar que se distraiga con mayor facilidad que los demás, puesto que la lectura le comporta un sobreesfuerzo.
v)      Debe ser tomado en consideración el hecho que escuchar y escribir simultáneamente le puede resultar muy difícil.

2.       Desarrolle la estructura de una sesión de tutoría con un alumno del segundo año de Educación Primaria para trabajar sus problemas en el aprendizaje de la lectura y la escritura.
Durante la sesión de tutoría podría desarrollar los siguientes aspectos:

Lectura
• Realizaré actividades donde los niños tengan que reconocer sonidos finales, sonidos iniciales, análisis y síntesis de palabras.
 • Utilizaré una estrategia de enseñanza continua y sistematizada: primero vocales, luego consonantes en sílabas directas, luego en sílabas complejas.
• Hablaré al niño de frente, mirándole a los ojos, con una modalidad lenta, rítmica y bien articulada. Esto fomentará un desarrollo lingüístico adecuado.
• Desarrollaré en los niños la capacidad de escuchar El maestro es el encargado de modelar esta capacidad en el diálogo diario, es decir, debo hacerle saber al niño que lo escucho cuando él habla y al mismo tiempo solicitarle que él me escuche cuando me dirijo a él “te estoy escuchando” “Sebastián, escucha lo que te digo” “Niños, escuchen a Diego”. Se debe enfatizar en que la escucha atenta requiere de silencio de parte de los demás. 
• Planificar en la escuela un tiempo de lectura donde ésta sea una actividad placentera. Ya que para superar los problemas de lectura hay que leer y mientras más se lee, más se mejora la calidad de la lectura. Para practicar la lectura incluiré, dentro de la hora de lenguaje y de otras  asignaturas, una actividad de lectura que esté en concordancia con los objetivos de la clase o unidad. Para esto utilizaré materiales diversos como reglas que norman actividades, invitaciones, agradecimientos, comunicaciones, afiches, letreros, registros de experiencias, revistas, textos de asignaturas. Por lo mismo, la selección de los textos será adecuada al nivel del niño con un vocabulario adecuado, frases cortas y una diagramación poco recargada, letras grandes y claras. Destinaré al menos semanalmente un tiempo determinado para esta actividad, ya sea a través de visitas a la biblioteca, lectura silenciosa diaria, trabajo en rincones, etc.
• Aplicaré diferentes  técnicas para desarrollar la lectura oral en niños con lectura deficiente.
• Lectura oral simultánea: la maestra y el niño leen juntos un texto donde la maestra guía con su dedo la lectura esperando lograr fluidez. Esto se puede realizar con toda la clase, escribiendo el texto en la pizarra, ocupando un cartel o transparencia, así todos los niños pueden ir siguiendo el mismo texto de lectura.
• Lectura eco: Primero lee en voz alta la maestra  y luego lee el niño la misma frase mostrando con su dedo las palabras leídas.
• Lectura con apoyo: Primero lee la maestra  en voz alta siguiendo con su dedo las palabras leídas y el niño las repite. Luego la maestra lee en voz alta y omite las palabras que el niño puede leer. Finalmente, el niño lee en forma independiente la mayor parte del texto donde la maestra lo apoya en aquellas palabras necesarias para que el niño lea con fluidez.
• Lectura repetida: El alumno lee en voz alta y relee hasta que disminuyan los errores y aumente la velocidad. Entonces la maestra  le señala otro párrafo.
• Apoyaré  la comprensión lectora mediante preguntas referidas al texto. De este modo, previamente o durante la lectura animaré  a los niños a predecir o hipotetizar  sobre la historia, basándose en la información que tienen: ilustraciones, la forma de los párrafos, el autor, el título, etc. Una vez finalizada la lectura plantearé  preguntas en distintos niveles de complejidad donde la información se pueda buscar, interpretar y deducir, en una oración, en un párrafo o en el texto completo y/o en las que reflexionan respecto al impacto que les produce en términos de gusto y de valores.

Escritura:
• Utilizaré el método cursivo porque favorece la continuidad y la flexibilidad del movimiento, facilita la soltura y el dinamismo en la escritura; permite la percepción de la palabra como un todo y tiende a ser resistente al olvido en la memoria
Controlo las actividades que los niños realizan sobre la mesa de trabajo en relación a una postura adecuada:
• Sentarse en forma cómoda, con el dorso apoyado en el respaldo, los pies apoyados en el suelo, los brazos descansando sobre la mesa.
• Tomar el lápiz sosteniéndolo entre el índice y el pulgar.
• La muñeca se apoya sobre el papel y determina una continuidad entre el antebrazo y la mano.
Para esto, me apoyaré  carteles ilustrativos.
• Estimularé  a los niños a verbalizar sus acciones motoras mediante explicaciones y  descripciones.

3.       Amplíe, haciendo investigación bibliográfica y por internet, el trabajo con alumnos con problemas en el aprendizaje matemático.

Es importante aclarar que La estructura de los contenidos de las matemáticas en Primaria es jerárquica, es decir, se van construyendo nuevos conocimientos sobre los anteriormente  adquiridos. No existe un perfil concreto de estudiantes con dificultades en matemáticas, los problemas pueden ser muy variados y estar unidos a dificultades en otras áreas, problemas socioculturales, socioemocionales, etc.  En bastantes ocasiones estas dificultades vienen unidas a dificultades  con el lenguaje, pero no siempre sucede así. Algunos niños con problemas en lectura y  escritura son muy buenos en matemáticas, pueden tener problemas con el cálculo escrito o algunos procedimientos, pero son  bastante buenos en la resolución de problemas y ello les ayuda a avanzar.  Otros muestran dificultades en matemáticas pero  no con el lenguaje, sus problemas no son verbales, pero si con la comprensión de conceptos y los razonamientos, lo que lleva a tener dificultades en ciencias y matemáticas y también en la comprensión lectora, pues son niños o niñas que difícilmente captan el sentido del humor o las dobles intenciones en el lenguaje oral y tiene también problemas con el lenguaje corporal.

David Geary (1999) distingue cinco componentes básicas que intervienen en los déficits cognitivos de los niños y niñas con dificultades de aprendizaje matemático:

-          Recuerdo de los hechos numéricos
-          Recuento u otros tipos de procedimientos
-          Conocimiento conceptual
-          Memoria de trabajo
-          Velocidad de procesamiento (Especialmente velocidad en el recuento)
Una de las dificultades más comunes es la memorización de las tablas de multiplicar. Son niños y niñas con problemas en la memoria a largo plazo. Las sumas y restas básicas las calculan mediante el recuento y en la mayoría de las ocasiones utilizan sus dedos para llevar la cuenta, pues también pueden tener problemas con la memoria de trabajo,  incluso pueden calcular contando de  dos en dos los resultados de esa tabla, pero el recuento no les sirve de gran ayuda en hechos como 8x7 o 9x6.
Según Ginsburg (1997), las dificultades en el aprendizaje de las matemáticas no son una enfermedad incurable sin remedio. Las investigaciones han mostrado caminos para vencerlas. Uno de estos caminos es evitarlas, desviarse.  Si los profesores insisten en la memorización y centran la instrucción en conseguirla, los  niños experimentaran serias dificultades en el aprendizaje, pero si en lugar de ello, se intentan evitarlas por medio de un enfoque  centrado en la comprensión o incluso se permite el uso de la calculadora (que sería una clase de aparato tecnológico para asistir a los niños con problemas de cálculo o memoria), entonces los estudiantes pueden no experimentar dificultades en otras áreas de las matemáticas.  Hay que tener presente, que los efectos de las dificultades de aprendizaje depende en gran medida en como los profesores conducen la instrucción. 
La pregunta a hacerse sería: ¿Cómo favorecer el aprendizaje matemático en los estudiantes con problemas o dificultades en el aprendizaje de las matemáticas?
Atender a la diversidad debe implicar considerar las características de todos y cada uno de los estudiantes, que se sientan todos incluidos, que puedan trabajar juntos diversas tareas, tener en cuenta sus ritmos de aprendizaje. Las matemáticas tienen una imagen de difíciles, de que no todos pueden ser competentes en esta materia, pero ello se debe al hecho de que consideramos una matemática estática, donde priman los hechos y procedimientos y no tenemos en cuenta que existen muy diversas formas de enfrentarse y resolver una tarea matemática.
Alan Bishop (2000) resalta el hecho de que hay muchas maneras de entender las ideas matemáticas, muchas aproximaciones para adquirir conocimientos y muchas bases para desarrollar actividades matemáticas. Como seres humanos todos somos distintos, debido  a nuestros genes, nuestras familias, nuestras historias culturales y nuestras preferencias y aspiraciones. La enseñanza que presupone que todos somos iguales está destinada al fracaso desde un principio. Valorar las diversas aproximaciones a la adquisición del conocimiento, las diferentes formas de resolver las situaciones, y  tener en cuenta las características individuales  y culturales de cada uno de los estudiantes son requisitos indispensables para conseguir unas matemáticas para todos.
Una enseñanza adecuada de las matemáticas, debe a ayudar a avanzar a los niños y niñas más allá de sus conocimientos informales. Los profesores no pueden dejar el aprendizaje de las matemáticas enteramente en mano de los niños (o sus mentes), pero  pueden intervenir para conducir a los niños a construir ideas y procedimientos que no surgirían espontáneamente en la mente de los niños sin ayuda de los adultos.
Partir de las experiencias de los niños y niñas, de sus conocimientos informales, es importante, si queremos que el aprendizaje de las matemáticas sea significativo para ellos. Por otra parte,  trabajar juntos niños y niñas con diferentes capacidades ayuda tanto a unos como a otros. Escuchar y ser capaz de dialogar sobre los procesos de resolución de cada uno de los componentes del grupo, ayuda a los niños y niñas con  dificultades a ir viendo procedimientos de resolución más avanzados y diversos tipos de razonamiento y esto, les hace ir avanzando en sus aprendizajes, pues en muchas ocasiones, aprenden más trabajando con un compañero que con las explicaciones o la ayuda del profesor o profesora. También aquellos con una mayor capacidad aprenden al observar otras formas de resolución y al tener que exponer sus ideas y lo que hace ante sus compañeros.
Unas matemáticas para todos deben partir  de una amplia concepción de competencia matemática, y también de que “todos y todas” pueden acceder al conocimiento matemático, lo que no quiere decir que todos lleguen a aprender exactamente lo mismo y de la misma forma.
La comunicación oral entre compañeros y compañeras era una componente importante del proceso de aprendizaje, utilizando un lenguaje natural y sus formas de expresión habituales los niños y niñas tienen que narrar lo que hacen.  No es fácil conseguir que los estudiantes sean capaces  de expresar sus razonamientos, sus estrategias, para resolver  las tareas, pero dentro de un clima de respeto mutuo, de valoración de sus trabajos y de considerar los posibles errores como fuente de aprendizaje, poco a poco van adquiriendo confianza en ellos mismos y estableciéndose un verdadero dialogo.
Paulo Freire (1990) expone que para que se lleve a cabo una buena enseñanza y un buen  aprendizaje, es necesario ser conscientes de que cada uno de los participantes en el aula tienen algo que aprender y algo que enseñar.  Puede que los considerados “buenos alumnos” no creen que sus compañeros y compañeras, no tan buenos, puedan enseñarles algo, y este hecho se refleja  en sus conductas y relaciones.  Trabajar  juntos en las mismas tareas puede facilitar el aprendizaje mutuo y ello debe conllevar la valoración y el respeto al “otro”. 
4.        ¿Cómo comunicaría usted a los padres que su hijo sufre de problemas de aprendizaje?
El deber comunicar que un niño tiene un “problema” es una responsabilidad retadora. No es posible hacer que las noticias tristes parezcan buenas. Alternativamente, los profesionales pueden brindar a los padres una oportunidad para iniciar el difícil proceso de duelo por la pérdida del hijo “perfecto” que esperaban y para proceder con la labor de cuidarlo.
Para algunos profesionales, la comunicación de malas noticias es una tarea relativamente rutinaria. En contraste, para los padres, el momento de conocer la condición de su hijo será una experiencia inolvidable, revivida dolorosa-mente una y otra vez en años venideros. Esa reunión puede influenciar la forma en que los padres perciban a los profesionales a futuro.
En vista al impacto emocional de esta reunión, los profesionales deberán abordarla con compasión y comprendiendo que dispensar malas noticias adecuadamente toma tiempo. Se requiere una conversación detallada, con todos sentados, utilizando un lenguaje comprensible.
Al proceder con cuidado, presentando la información paulatinamente, se estará tomando en cuenta el estado de shock y angustia de los padres.
El momento para comenzar a preparar a los padres sería mientras se toma la “historia”, en esa reunión inicial previa a la evaluación donde se revisan los datos que se conocen sobre el niño. Los profesionales pueden involucrar a los padres preguntándoles sus observaciones en relación con el desarrollo del niño en las diversas áreas que se evaluarán y preguntándoles sus objetivos en relación con la evaluación.
La reunión donde se comunicará la información difícil podría iniciarse con una revisión de las observaciones de los padres y de sus preocupaciones.
Seguidamente, se comentarían las observaciones de los profesionales, confirmando o aclarando las de los padres. Entonces, el profesional puede proseguir gradualmente con el diagnóstico, guiando a los padres “dentro” del cuerpo de su hijo para explicarles la relación entre los procesos internos y los comportamientos observables, en lenguaje comprensible.
Finalmente, los profesionales deberán presentar la información utilizando la terminología específica del diagnóstico.
De hecho, el conocer la terminología específica del diagnóstico empodera a los padres para aprender y crecer. Conversando abiertamente sobre el diagnóstico, los padres y los profesionales pueden comentar posibles problemas futuros y la forma de afrontarlos. Además, el conocimiento de los términos diagnósticos ofrece a los padres acceso a material educativo y a los grupos de apoyo que usualmente se organizan en torno a los diversos diagnósticos.
Los profesionales deben tomarse un tiempo para escuchar las reacciones de los padres, sus preocupaciones y temores. Validando sus preocupaciones y ofreciendo explicaciones adicionales de ser necesario.

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